¿Tienes 5 minutos para hablar de Sexo Oral?
Déjanos platicarte un poco de una buena práctica para tu salud. El sexo oral es aquella bonita práctica sexual en la que se utiliza la boca, particularmente labios y lengua, para estimular eróticamente el área genital de una persona. En caso de que la estimulación sea al pene se le conoce elegantemente como Felación, y en el caso de que se estimule una vulva, se le puede llamar Cunnilingus, y cuando se practica en ano, le conocemos como Annilingus. Como sea que lo nombremos, el sexo oral es una práctica sexual muy común, muy placentera cuando se practica con consentimiento, y con algunas recomendaciones como las siguientes que te compartimos por aquí:
- Recordemos disfrutar tanto el dar como el recibir: La realidad es que el sexo oral puede ser una experiencia bastante disfrutable tanto para quien amablemente lo brinda, como para quien lo recibe. Al ser la boca una parte sumamente sensible y sensual, al igual que los órganos sexuales y demás áreas aledañas a los éstos, se puede conectar con el placer tanto por el lado receptor, como por el lado proveedor de esa alegría a tu cuerpo, Macarena.
Fíjate: por un lado, hacerte súper consciente del disfrute sensorial de una caricia, tersa, suave, húmeda, que se siente de maneras muy particulares en cada cuerpo, en cada ocasión; o ya sea que puedas por el otro lado, conectar con el disfrute a partir de observar cómo tus caricias y besos, lamidas, chupadas o cualquier magia que (ojo, con cuidado y consentimiento) gustes ofrecer en la estimulación buco-genital a esa persona, convierte el proceso de estimular ese cuerpo, en una experiencia de descubrimiento, de lectura y escucha del cuerpo del otro o la otra, y todo ello es en sí misma una experiencia muy placentera, ¿no te parece?
- Higiene es higiene.
Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que higiene, es higiene; y que es fundamental en todo. Si ya viste lo importante de lavarse las manos y los vegetales, imagínate tus órganos sexuales y alrededores, incluyendo el ano. No, en serio. La realidad es que los genitales pueden no resultar menos limpios que una boca . Es decir, sí es real que existe una transmisión de microorganismos durante el sexo oral pero esto mismo es real para un beso profundo. Lo importante aquí es que tanto la higiene genital personal, como la de las personas con las que interactuemos sexualmente, es importante para aminorar riesgos infecciosos, y favorecer el disfrute. Tomarse una ducha por separado o en compañía puede ser una buena opción para hacer a la higiene, parte del juego erótico. Ojo, tampoco estamos hablando de lavados vaginales o jabones especiales que pretendan hacer oler tu vulva a las flores del campo en primavera, sino de una higiene básica de lavado, con agua y jabó neutro, limpiando con las yemas de los dedos cada parte y pliegue en donde pudiera haber acumulada esmegma.
- Ponle creatividad, pero ponle siempre protección.
A pesar de que, en efecto, el sexo oral puede disminuir cierto tipo de riesgos como el de embarazos no deseados, la realidad es que mucha gente piensa que también disminuye la probabilidad de adquirir o transmitir Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), y no. Muchas ITS, pueden transmitirse por la práctica del sexo oral desprotegido, es decir, sin condón o alguna barrera. Por lo tanto, para practicar sexo oral en pene, es indispensable colocar siempre un condón sobre éste; en el caso de la vulva, se puede utilizar un "dique dental" o “lámina de látex”, que básicamente es una barrera de protección de látex, que se coloca sobre vulva y ano, para estimular sin entrar en contacto directo con los fluidos corporales.
Una vez que tengas en cuenta estos puntos, y te animes a abrir la conversación con tu pareja sexual, podrán echarle creatividad, grados de complejidad, crema batida, chocolate líquido, fresas con crema, lubricantes y condones de sabores, juguetes sexuales, aromas, texturas, sensaciones, musiquita y mucha diversión, a la bellísima y divertidísima práctica del sexo oral. Recuerda, el sexo oral es una práctica en sí misma, no es un pre, ni un after “coito”. Es un espacio más de encuentro, disfrute y conexión contigo, y con otras personas.
Akiko Bonilla /Sexóloga
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